El post de hoy va sobre la importancia de estimular el lenguaje en la infancia. Muchas veces, de manera inconsciente, los adultos rectificamos alguna de las palabras que dicen nuestros niñ@s, por ejemplo rata, perro, burro… Intentamos ayudarles pero no caemos en la cuenta en que el niñ@ aún no tiene edad para pronunciar ese fonema (RR) y lo está intentando para tratar de comunicarse. Esto no favorece en nada al niñ@, puesto que le podemos provocar frustración y que no vuelva a esforzarse en un largo tiempo.
Por ello, hoy os proponemos unos consejos y actividades que podemos hacer para favorecer el desarrollo del lenguaje de nuestros pequeños. ¿Preparados?
– Ellos han abrido la puerta.
– ¿Ellos han ABIERTO la puerta?, no pasa nada, vamos a cerrarla.
Las actividades que podemos llevar a cabo para estimular el lenguaje en la infancia son sencillas y muy eficaces.
1. Cuando el niñ@ esté jugando con un muñeco podemos interactuar con él nombrándole las diversas partes del cuerpo.
2. Podemos estimular el aprendizaje de los colores jugando a “encontrar el objeto”. Este juego consiste en tener varios objetos de diversos colores (bola roja, cuadrado azul, pelota verde..) los cuales estarán en varios lugares de la habitación. El adulto deberá pedirle que entregue por ejemplo la pelota verde o el cuadrado azul. Más tarde se le irán quitando los apoyos y se le dirá solo que le entregue el objeto verde, para que así al final, se cambien los papeles y sea el niñ@ quien pida que se le entreguen los objetos de diversos colores.
3. La lectura siempre ha sido fundamental para la estimulación del lenguaje. Pero más estimulante es que se comente el relato con el niñ@, que se invente el final del cuento u otro título.
4. Al realizar una actividad cualquiera, debemos ir nombrando los diferentes objetos que estamos utilizando para realizar la actividad y cómo lo hacemos. De esta manera, además de estimular el lenguaje estamos enseñando a nuestr@s pequeñ@s autoinstrucciones de qué tenemos que hacer, qué necesitamos, cómo lo hacemos…
5. Por último, podemos potenciar la discriminación auditiva al mismo tiempo que fomentamos el lenguaje y añadimos vocabulario con una simple actividad: poner diversos sonidos (onomatopeyas) y ser capaces de identificar, por ejemplo, el sonido que hace una vaca del sonido que hacemos cuando estamos aplaudiendo.
Ejemplos de sonidos: