Psicología Adultos
Envejecimiento cognitivo:
Somos especialistas en psicología de adultos: envejecimiento cognitivo. La edad es un estado mental… o eso nos gustaría creer, ¿no es así?. La verdad es que en los últimos años es todo un reto, pero como todo en la vida requiere un esfuerzo. El cerebro como el resto del cuerpo tiene una edad cronológica, pero de nosotros depende que tipo actividad sea capaz de resistir.
Entrenar la lecto-escritura, los diferentes tipos de atención, la planificación, el control inhibitorio y, desde luego, la memoria, es una de las asignaturas pendientes de una sociedad en la que cada vez damos más importancia al lema de “mens sana in corpore sano”.
En nuestro centro disponemos de talleres y programas de estimulación cognitiva divididos en diferentes niveles y preferencias de actividad que nos permiten “entrenar a nuestros mayores” para mantener vivo al niño que llevan dentro.
Desarrollo personal/cambios vitales:
Las personas crecemos y nos desarrollamos como un reloj que da las horas de forma inconsciente, no tiene sentido parar…vamos cumpliendo años y subiendo escalones de las escaleras que “toca” subir. Pero en determinado momento, cada uno de nosotros sentimos la necesidad de parar y analizar cómo es esa escalera y si estamos siendo capaces de dejar nuestro toque en ella. A veces necesitamos generar cambios de vida importantes. La adolescencia suele ser uno de ellos. Probar cosas nuevas, plantear nuestra preferencia vocacional, enfocar itinerario académico…
Pero también pueden presentarse estas necesidades en otros momentos vitales: cambio de trabajo; cambio de ciudad; maternidad/paternidad; duelo de una figura de referencia o, simplemente, sensación de no sentir una vida tan plena como esperábamos.
En cada una de estas situaciones, un acompañamiento terapéutico puede ser la clave del éxito.
Inseguridad, autoestima, regulación emocional:
A lo largo de nuestra vida debemos ir enfrentando situaciones esperadas o inesperadas que generan cierta inseguridad debido a la falta de percepción de control sobre ellas. No todo el mundo es capaz de relajarse y dejarse llevar para vivirlas. En muchas ocasiones, el acompañamiento profesional permite aprender las estrategias de afrontamiento más adecuadas adaptadas a cada tipo de persona y a su propio contexto y experiencia vital.
La regulación emocional es fundamental para no sobrecargar nuestro cuerpo y nuestra mente y poder canalizar las emociones de la mejor forma posible.
Crisis personal, familiar, pareja, laboral:
El ritmo de vida que llevamos habitualmente nos dificulta poder parar a gestionar pequeños malentendidos o puntos de vista diferentes en los todos ámbitos en los que nos movemos.
Pedir demasiados favores, sentir que no somos correspondidos en nuestras relaciones, a veces esperamos recibir algo que nunca llega… y de repente nos encontramos sumidos en una crisis.
Aprender a gestionar nuestras emociones puede ayudarnos a enfrentar estos momentos vitales y conseguir que la experiencia dolorosa implique un aprendizaje de vida.
En estas situaciones, el acompañamiento profesional es fundamental para ir evolucionando y sobrellevar la intensidad de las emociones que llegamos a experimentar.
Terapia familiar/ problemas de comunicación:
La familia es el primer entorno de desarrollo del individuo. Es el ámbito de más confianza y seguridad y, desde luego, donde volcamos de forma inconsciente todo nuestro amor y proyectamos las mejores ideas. Pero, en ocasiones, esa misma confianza y seguridad que sentimos en ese entorno, hace que volquemos preocupaciones o frustraciones que sentimos en otras áreas de nuestra vida y en las cuales no podemos hacerlo.
Habitualmente nos centramos más en el contenido de lo que decimos que en la forma con la que lo decimos. Eso genera confusiones y malos entendidos. Suele ocurrir que … aun teniendo razón, la perdemos por la forma en la que nos expresamos.
La comunicación es un proceso bidireccional y complejo en la que las 2 partes que intervienen deben prestar el 100% de su atención para que funcione. Esto habitualmente se ve afectado por ingredientes como…cansancio, tareas pendientes, estrés, preocupaciones, enfermedad, desregulación emocional, presión familiar y/ social, prejuicios, etc. Y si a ésto se le añaden hijos pequeños o adolescentes… la bomba está lista para explotar.
Planteamos terapia de familia o entrenamiento en habilidades comunicativas cuando recibimos a familias que han perdido el rumbo o que sienten que están ante un momento importante para reconducirlo.
Ansiedad/Estrés:
Estamos acostumbrados a un ritmo de vida increíblemente arrollador; vivimos en la era de la multitarea y eso en muchas ocasiones os hace sentir que si no corremos…estamos perdiendo tiempo. Esta sensación es, en muchas ocasiones, inconsciente y acaba siendo nuestro cuerpo el sensor que da la voz de alerta a nuestra mente a través de la somatización. Dolores de cabeza; tensión muscular; dolores de estómago; insomnio y, hasta incluso, problemas en nuestra piel, pueden ser señales de aviso de nuestro cuerpo para que bajemos el ritmo. Pero la pregunta es…¿somos capaces de hacerlo solos?
Depresión / Duelo:
Apatía, falta de apetito; exceso de somnolencia; miedo irracional; sensación de estar invadidos por la tristeza; llanto; anhedonia (ausencia de disfrute por las cosas); son algunas de las sensaciones que pueden hacernos sentir que algo no va bien.
En ocasiones, un acontecimiento vital no superado, o una crisis emocional que nos bloquea, pueden hacer que nuestra vida deje de tener sentido. Es necesaria la ayuda de un profesional que introduzca unas pautas bien establecidas y genere un adecuado vínculo de seguridad para entender que la vida plena sigue ahí fuera y que todo sigue “teniendo sentido”.
Esta realidad se puede presentar por la pérdida de un pilar importante en nuestras vidas o por la percepción de un proyecto frustrado. En cada una de las situaciones existe la posibilidad de establecer un proyecto terapéutico adaptado completamente a las características individuales del individuo. La clave está en crear el mejor “traje a medida”.
♦♦Por fin tenemos activa la posibilidad de solicitar citas on line, el programa habla de doctores por defecto, pero en nuestro caso son especialistas (sanitarios o de centro de estudio y aprendizaje). Siga el siguiente enlace donde le daremos diferentes opciones pulse aquí