Dislexia, Disgrafía y Discalculia: Diferencias

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Dislexia, Disgrafía y Discalculia: Diferencias. La dislexia y la disgrafía son dificultades de aprendizaje. La dislexia afecta principalmente la lectura, mientras que la disgrafía afecta principalmente la escritura. Aunque son condiciones diferentes, son fáciles de confundir. Sus síntomas pueden coincidir. Esta sencilla tabla puede ayudarlo a diferenciarlas.

Tanto la dislexia como la discalculia pueden obstaculizar que los chicos aprendan matemáticas. Aunque éstas pueden ocurrir al mismo tiempo, son dificultades de aprendizaje muy diferentes. Y la relación entre ellas no es clara.

La evidencia sugiere que tienen en común ciertas deficiencias a nivel cerebral. Una diferencia fundamental es una limitación en la memoria funcional, pero existen otros retos cuando los chicos tienen esas condiciones.

La dislexia ha sido más estudiada que la discalculia. Esa puede ser la razón de que algunas personas llamen a la discalculia “dislexia de los números”. Sin embargo, ese apodo no es preciso. La discalculia no es dislexia en matemáticas. Esta tabla muestra las diferencias entre la Dislexia, Disgrafía y Discalculia, y qué puede ayudar con cada una

Dislexia, disgrafía y discalculia

Si un niñ@ tiene dificultades en el aprendizaje de la lectoescritura y no sabe cómo solucionarlas adecuadamente, puede recurrir a estrategias poco eficaces.

Algunas consecuencias negativas de ello pueden propiciar la aparición de problemas de ansiedad, bajo autoconcepto, trastornos psicosomáticos (alteraciones del sueño, de alimentación o alergias), constantes llamadas de atención, agresividad, inhibición, inseguridad, mostrarse vanidos@, problemas de concentración, fatiga, desinterés hacia el estudio, disminución de su rendimiento, bajas calificaciones escolares o pérdida de motivación hacia las tareas que requieren de la lectura o la escritura.

Por ello, aunque los rasgos que hemos visto no son determinantes, conviene que, si los detectas, facilites a tu hij@ estrategias que le permitan superar sus déficit. Aunque tu colaboración es fundamental, también conviene que acudas a un especialista que evalúe, diagnostique, diseñe un tratamiento personalizado para tu hij@ y te facilite nuevas estrategias adecuadas a vuestras necesidades.

Tratamiento para la dislexia, disgrafía y discalculia

Tratamiento para la dislexia, disgrafía y disortografía

* La colaboración entre los padres y el profesor es vital, puesto que la detección precoz de los trastornos de lectura y escritura permitirá compensar las dificultades del niñ@.

* El papel más importante de los padres quizá sea el de apoyo emocional y social. Conviene que el niñ@ sienta que le entiendes, que sabes que tiene que realizar un esfuerzo mayor que otros niñ@s pero que no por ello es incapaz de lograrlo.

* Si percibes que el niñ@ se siente inseguro, muéstrale afecto para que comprenda que tu afecto es incondicional y que no depende de sus resultados escolares.

* Puedes explicarle en qué consiste su dificultad y animarle a superarla, proporcionándole ayuda si lo necesita. Si el niñ@ piensa que puede tener éxito, intentará conseguirlo, a pesar de que precise de un esfuerzo mayor.

* Si tú también tuviste problemas en la escuela, cuéntaselos y dile cómo los superaste. Así, además de mostrarle estrategias adecuadas de mejora, podrá comprobar que no es el únic@ niñ@ con dificultades y aumentará su motivación hacia el cambio.

* A pesar de que te pueda preocupar su situación, intenta no expresarlo delante de él. Si el niñ@ se siente evaluado, podría aumentar su ansiedad y, con ella, sus dificultades.

* Recuerda que cada niñ@ es diferente y tiene unas necesidades. Adecuar tu nivel de exigencia a la situación real del niñ@ le ayudará a sentirse más seguro.

* Evita caer en la sobreprotección por ayudar a tu hij@. A pesar de que lo hagas por evitarle sufrimientos, el niñ@ necesita aprender a superar sus dificultades y la única forma de hacerlo es enfrentándose a ellas.

* No le compares con otros niñ@s o con sus herman@s. Decir a tu hij@ cuáles son sus cualidades y mostrarle estrategias de mejora será más eficaz que las comparaciones.

* Como hemos visto, estos trastornos pueden traer asociadas otras dificultades en la vida cotidiana como la confusión con las horas, desorden o no atender instrucciones. Procura mantener la tranquilidad. En lugar de repetir una instrucción muchas veces y terminar discutiendo, prueba a dar instrucciones cortas y claras.

* Evita presionarle con el tiempo, ten claro que cada niñ@ tiene su ritmo de aprendizaje.

* No corrijas sistemáticamente todos sus errores. Procura centrar tu atención en las mejorías, para elogiarle y que pueda aumentar su motivación y autoestima.

* Introduce la lectura y la escritura entre sus actividades de ocio. Procura que lea sobre cualquier tema que le divierta, no solo lo obligatorio del colegio. Anímale a que realice resúmenes de lo leído, o que escriba su diario o cuentos. Si dedica de 10 a 30 minutos diarios de su tiempo libre a practicar la lectura y la escritura, sus dificultades irán disminuyendo. Además, aprenderá a emplear su tiempo de ocio en actividades enriquecedoras.

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