Parece mentira pero el fin de año está ya aquí.
Lo hemos dado todo, a pesar de las circunstancias, hemos invertido más horas, aún si cabe en nuestro centro, en la formación y en atender a las familias…
Este año nos deja un sabor agridulce, todos a estas alturas sabemos por qué pero me gustaría acabarlo centrándonos en lo más positivo.
Nos ha permitido reinventarnos, descubrir que efectivamente teníamos más vocación si cabe y que las familias de nuestros alumnos y alumnas nos consideran parte importante porque no se han bajado del barco a pesar de ERTES o de situaciones familiares complicadas.
Como decíamos nos hemos reinventado, hemos logrado crear la forma más efectiva posible para sentir que nuestro espíritu de cercanía fuese aún presente a pesar de realizar una intervención telemática.
Nuestras compañeras lo han dado todo, no han contabilizado las horas e incluso en fin de semana atendían a quien lo necesitase, porque si algo dejo claro este periodo es que la normalidad había cambiado.
Todo esto nos ha hecho llegar a un fin de año muy satisfecha, reafirmándonos en nuestra labor y profesión, poniendo nuevas metas para el 2021 y sintiendo mariposas en el estómago de la expectación que esto puede suponer.
Esperamos seguir contando con todos y todas, desde luego por nuestra parte lo seguiremos dando todo¡ y más!