Después de muchos años de trabajo con niños disléxicos, yo misma lo fui (si, lo fuí… ya no) quería hacer desde hace tiempo un estudio de las características y sobretodo de lo que nosotros como padres o profesionales psicopedagógicos podemos hacer por ellos.

Me he basado en la documentación extraida por Vicente Oltra Abarca, pues estoy del todo de acuerdo en su enfoque. Espero que os sea útil y os acerque un poco más a comprender ante qué nos encontramos

Paremos un momento a encuadrar ante qué nos encontramos.

“En mi práctica me refiero a dislexia sólo cuando se cumple la definición sencilla del comienzo: niño que no aprende a leer, con inteligencia normal y ningún otro problema que explique la dificultad.”  V.O.A.

La dislexia va unida en ocasiones a otros problemas de aprendizaje escolar, tales como:

1. La disgrafía (dificultades en el trazado correcto de las letras, en el paralelismo de las líneas, en el tamaño de las letras, en la presión de la escritura…)
2. La disortografía (dificultades para el uso correcto de las reglas de ortografía, desde las que se llaman de ortografía natural a las de nivel más complejo) aparece en fases posteriores.
3. En ocasiones la dislexia va unida a dificultades de pronunciación, con mayor incidencia en la dificultad de pronunciación de palabras nuevas, largas o que contengan combinaciones de letras del tipo de las que le producen dificultades en la lectura.